En el mundo hay muchos lugares hermosos e increíbles, vale la pena visitar. En algunos se puede sentir casi como en el paraíso. Uno de estos lugares es la pequeña ciudad Sitges en Cataluña.
Sitges no es como otros puntos calientes del Mediterráneo. A veinte kilómetros a lo largo de la costa escarpada de Barcelona, esta ciudad virgen, con su estilo y cultura, enseguida se destaca entre abarrotados centros turisticos de la Costa Dorada.
Antiguo pueblo de pescadores con calles que llevan al casco antiguo y un ambiente suave, tiene una población de 25.000 habitantes, que se eleva a más de 100.000 en verano. Es como segunda Barcelona donde los ricos catalanes van al vacaciones. Con kilómetros de playas maravillosas y monumentos preciosos atrae los turistas extranjeros también, se convierte a otro Miami o Saint Tropez.
Este lugar también ha tenido siempre la ambiente relajado, posiblemente gracias a fundadores de la ciudad. En el siglo XVII los comerciantes ricos establecieron villas de vacaciones y atrajeron a artistas y escritores para darlos inspiración en las aguas azules, casas encaladas y paisajes salvajes. En el siglo XIX tenía ya reputación de sitio de la intelligentsia europea incluso las personas como Pablo Picasso.
Sitges tiene muchas otras atracciones. Todo año se celebra muchos eventos y fiestas especialmente en agosto. Una de más populares es la Fiesta Major, en honor al patrón Sant Bartomeu. Se organiza los desfiles con las marionetas gigantes por las calles y después hay fuegos artificiales increíbles. Todos aficionados de las películas deberían ir allí en octubre, por que tiene lugar Festival Internacional de cine, durante el cual se proyecta películas de en las pantallas alrededor de la ciudad. Durante las fiestas vale la pena probar el cava: especial tipo de vino español.
Como se puede ver en Sitges hay algo para todo el mundo: hermosos paisajes, monumentos, eventos culturales, es imposible aburrirse allí. Además, el sol y la atmosfera genial puede haceros sentir como en el paraíso.
